2025 Blog 3 – Hormonas y Envejecimiento con un trastorno Hipofisario
En la última edición 2025 de la serie Blogs y Vlogs de WAPO, tuvimos el placer de entrevistar a la Dra. Sandra Aleksic, profesora adjunta de medicina en las divisiones de endocrinología y geriatría del Albert Einstein College of Medicine del Bronx, Nueva York. En esta entrevista, nos explica cómo cambian las hormonas a medida que envejecemos, qué significa el envejecimiento para las personas con trastornos hipofisarios y qué se puede hacer para aumentar la longevidad y la calidad de vida.
Este artículo ofrece un resumen de la entrevista del Vlog que puede encontrar en inglés y español en la Biblioteca y el canal de YouTube del sitio web de WAPO.
¿Cómo cambian de forma natural los niveles hormonales con el envejecimiento?
La Dra. Aleksic explicó cómo los niveles hormonales cambian de forma natural a medida que envejecemos. En las mujeres, se produce un descenso brusco de las hormonas sexuales en torno a los 50 años. Esto marca el inicio de la menopausia, cuando disminuye la función ovárica, cesa la ovulación y se interrumpe por completo la menstruación. Al mismo tiempo, los hombres tienden a experimentar cierta disminución de los niveles de testosterona, pero el descenso es más gradual y suele estar ligado al estado general de salud del hombre. Curiosamente, el Dr. Aleksic observó que los hombres sanos que viven más años suelen mantener niveles de testosterona más altos que sus compañeros menos sanos.
Otro cambio hormonal importante afecta a la hormona del crecimiento (GH) y al factor de crecimiento 1 similar a la insulina (IGF-1). La GH es necesaria para el crecimiento y el desarrollo, y su secreción alcanza su máximo durante la infancia y la adolescencia, pero empieza a disminuir a partir de los veinte años. Aunque esta reducción es una parte natural del envejecimiento, se trata de una de las disminuciones más drásticas que se observan en nuestros sistemas hormonales y puede detectarse midiendo los niveles de GH o IGF-1.
También se producen cambios sutiles en la función tiroidea a medida que una persona envejece. Parece que los adultos mayores desarrollan un estado de hipotiroidismo leve o función tiroidea reducida, y algunas pruebas sugieren que en realidad puede ser una adaptación protectora en el envejecimiento. Los niveles de hormona antidiurética (ADH) tienden a aumentar en los adultos mayores, y el organismo también se vuelve más sensible a esta hormona con el paso del tiempo.
Por último, la Dra. Aleksic destacó los cambios en el eje hipotalámo-hipófisis-suprarrenal (HPA), y concretamente en la producción de cortisol. Aunque la cantidad total de cortisol no disminuye, se produce un cambio en el ritmo circadiano de producción de cortisol, es decir, el ciclo diario normal de cómo y cuándo se libera cortisol. En los adultos jóvenes, los niveles de cortisol son elevados por la mañana y descienden por la noche. En los adultos mayores, ese descenso nocturno es menos pronunciado, y todo el ciclo se desplaza a las primeras horas del día.
En general, los cambios hormonales con la edad son complejos: algunos pueden contribuir al declive funcional que asociamos al envejecimiento, mientras que otros podrían ofrecer beneficios protectores.
¿Puede hablarnos de la terapia sustitutiva hormonal en adultos mayores con trastornos hipofisarios? ¿Es necesario ajustar los planes de tratamiento a medida que el paciente envejece?
La Dra. Aleksic destacó que los cambios hormonales que se producen de forma natural con la edad influyen en la forma en que los médicos enfocan el tratamiento de los adultos mayores con deficiencias hormonales hipofisarias (hipopituitarismo).
En cuanto a la presentación, los adultos mayores suelen tener síntomas más leves y menos específicos, lo que puede retrasar el diagnóstico de hipopituitarismo. Las quejas habituales como la falta de energía, la fatiga, los cambios en la distribución de la grasa corporal y la pérdida de libido pueden atribuirse al envejecimiento normal. Los médicos deben tener en cuenta los niveles hormonales ajustados a la edad, las enfermedades coexistentes y los efectos de múltiples medicamentos, que pueden contribuir a que el diagnóstico sea más difícil en personas mayores.
Cuando se trata de sustituir hormonas en adultos mayores con hipopituitarismo, deben tenerse en cuenta tanto los cambios hormonales naturales con la edad como los medicamentos que se toma, ya que esto pueden afectar a la rapidez con que estas hormonas se eliminan del organismo y su efecto. He aquí las recomendaciones de la Dra. Aleksic:
- Glucocorticoides (para la insuficiencia suprarrenal): Aunque no existen directrices claras, la opinión de los expertos es utilizar dosis más bajas, ya que la hidrocortisona se elimina más lentamente en los adultos mayores. Los médicos deben tratar de administrar la dosis más baja posible de glucocorticoides necesaria para mantener los niveles de energía, minimizando al mismo tiempo el riesgo de comorbilidades, como hipertensión arterial o elevación del azúcar en sangre.
- Hormona tiroidea: El tratamiento sustitutivo se inicia con una dosis baja y se aumenta gradualmente. Los adultos mayores suelen necesitar menos hormona tiroidea porque su organismo la elimina más lentamente que el de los adultos jóvenes. Un reemplazo excesivo puede aumentar el riesgo de osteoporosis, arritmias cardíacas e insuficiencia cardíaca, por lo que los niveles objetivo de hormona tiroidea en los adultos mayores suelen ser inferiores a los de las personas más jóvenes.
- Hormona del crecimiento: No existe una guía clara y única para continuar con el reemplazo de GH en adultos mayores. Si bien la GH disminuye naturalmente con la edad, algunos expertos aún recomiendan el reemplazo de GH para adultos menores de 80 años sin contraindicaciones (por ejemplo, cáncer activo). Si se administra, debe ser en una dosis más baja con un control cuidadoso de los posibles efectos secundarios como aumento de la presión arterial, aumento de azúcar en sangre, edema (hinchazón) y el síndrome del túnel carpiano.
- Hormonas sexuales (mujeres): En las mujeres con hipopituitarismo, la sustitución de estrógenos suele continuar hasta la edad media de la menopausia (alrededor de los 50-51 años). A partir de ese momento, el tratamiento suele reducirse, a menos que sea necesario para controlar síntomas como los sofocos.
- Testosterona (hombres): El reemplazo de testosterona generalmente puede continuarse en hombres mayores durante toda la vida, aunque a dosis más bajas y con objetivos hormonales adecuados a la edad.
- Arginina vasopresina (AVP): Los adultos mayores tienden a ser más sensibles a la AVP, o a su análogo sintético, la desmopresina. Se recomienda la dosis más pequeña necesaria para evitar la retención de agua o el desequilibrio de sodio. Los objetivos del tratamiento también deben ser realistas. Mientras que las personas más jóvenes no suelen despertarse varias veces por la noche para orinar (a menos que tengan deficiencia de AVP), los adultos mayores pueden despertarse de forma natural por la noche para orinar debido al envejecimiento del sistema genitourinario.
En todas las terapias hormonales, la regla general para los adultos mayores es utilizar la dosis eficaz más baja y vigilar cuidadosamente cualquier efecto secundario. Recordó a los pacientes que los regímenes hormonales pueden tener que ajustarse a medida que se envejece. Si su endocrino le sugiere reducir la dosis de la terapia hormonal sustitutiva, debe tenerlo en cuenta, ya que nuestras necesidades hormonales cambian con la edad.
¿Hay alguna nueva investigación sobre las hormonas y el envejecimiento que le gustaría compartir con la comunidad hipofisaria?
La Dra. Aleksic compartió los resultados de dos estudios muy interesantes.
El estudio TRAVERSE analizó la seguridad cardiovascular del reemplazo de testosterona en hombres mayores con hipogonadismo y alto riesgo cardiovascular. Los participantes recibieron un gel transdérmico de testosterona o un placebo, y se les realizó un seguimiento durante varios años para comprobar los resultados cardiovasculares.
Principales resultados:
- El reemplazo de testosterona mediante gel transdérmico no elevó el riesgo de eventos cardiovasculares en este grupo de personas de alto riesgo, lo que resulta tranquilizador. El riesgo de varias complicaciones conocidas del tratamiento sustitutivo con testosterona, como la elevación de la hemoglobina/hematocrito y el agrandamiento de la próstata, se atenuó gracias a un cuidadoso ajuste de la dosis que mantuvo los niveles medios de testosterona en la mitad inferior del intervalo de referencia. Sin embargo, no está claro si los mismos resultados se aplicarían a otras formas de reemplazo de testosterona, como las inyecciones, o a dosis más altas de testosterona.
- También se observó un mayor riesgo de coágulos sanguíneos, y el estudio señaló nuevos problemas, como lesión renal aguda y fibrilación auricular, que deben investigarse más a fondo.
Aunque este estudio no incluyó a pacientes con trastornos hipofisarios, concluyó que puede considerarse el reemplazo de testosterona en hombres mayores con hipopituitarismo, aunque se recomienda la aplicación transdérmica y dosis más bajas, muy por debajo del rango medio de lo normal para hombres jóvenes.
Este estudio observacional, publicado en 2023, utilizó datos del Registro Europeo sobre el Síndrome de Cushing (ERCUSYN) para explorar cómo se presenta y se trata la enfermedad en adultos de 65 años o más.
Principales resultados:
- Aproximadamente el 10% de las 1.800 personas del registro tenía más de 65 años, y el 70% de ellas padecía enfermedad de Cushing, es decir síndrome de Cushing dependiente de la hipófisis.
- En los adultos mayores, la distribución por sexos era casi 50/50, mientras que es predominantemente femenina en los grupos más jóvenes. Era menos probable que tuvieran sobrepeso, más probable que refirieran debilidad muscular y síntomas cutáneos asociados al envejecimiento, en lugar de las estrías observadas en personas más jóvenes, y menos probable que mencionaran depresión o libido baja.
- Los tumores hipofisarios eran más grandes en los adultos mayores, por razones que siguen sin estar claras.
- Los adultos más jóvenes eran más propensos a someterse a cirugía hipofisaria como tratamiento de primera línea. En los adultos mayores, la terapia médica o la radioterapia fueron más frecuentes, probablemente debido a los mayores riesgos quirúrgicos y comorbilidades.
- Incluso cuando la cirugía transesfenoidal tuvo éxito, las tasas de remisión fueron ligeramente inferiores en los adultos mayores (alrededor del 50%) en comparación con los pacientes más jóvenes (60-70%).
¿Qué riesgos para la salud deben tener en cuenta los pacientes mayores con trastornos hipofisarios y cómo pueden controlar los síntomas que se solapan con el normal envejecimiento?
La Dra. Aleksic explicó que muchos trastornos hipofisarios parecen acelerar los problemas de salud relacionados con la edad, lo que significa que los pacientes pueden experimentar afecciones como enfermedades cardiovasculares, cáncer, deterioro funcional, pérdida muscular y fragilidad antes o con mayor gravedad que otras personas de su edad. El tipo de trastorno hipofisario puede influir en la forma en que se presentan estos problemas en los adultos mayores.
En el síndrome de Cushing, por ejemplo, los adultos mayores presentan más síntomas relacionados con la edad, como hipertensión, diabetes o adelgazamiento de la piel. Esto difiere de las características típicas observadas en pacientes más jóvenes. La pérdida de masa muscular, preocupante tanto en el envejecimiento como en el síndrome de Cushing, parece aún más pronunciada en los adultos mayores con esta afección. El tratamiento no sólo debe controlar la enfermedad subyacente, sino también gestionar activamente los riesgos asociados. Los riesgos de enfermedad cardiovascular y osteoporosis pueden reducirse con ejercicio, una dieta sana y medicación. Los tratamientos protectores de los huesos (destinados a prevenir las fracturas), como la vitamina D, el calcio y los fármacos antirresortivos, deben administrarse según sea necesario.
En la acromegalia, los adultos mayores tienden a experimentar más diabetes, hipertensión, apnea del sueño y agrandamiento del corazón, en comparación con los pacientes más jóvenes. Aunque el dolor articular es frecuente, faltan datos sobre si hay una mayor prevalencia de osteoartritis en los pacientes mayores. También se observan fracturas vertebrales, especialmente entre las mujeres posmenopáusicas, aunque no está claro si son más frecuentes que en los pacientes más jóvenes con acromegalia. Existen algunos datos que sugieren tasas más elevadas de fragilidad y deterioro cognitivo en adultos mayores con acromegalia en comparación con sus coetáneos, pero se necesitan más investigaciones.
¿Cuáles son los cambios más importantes en el estilo de vida que pueden ayudar a los pacientes a aumentar su longevidad y calidad de vida a medida que envejecen?
La Dra. Aleksic hizo hincapié en que un mayor número de adultos mayores viven ahora con trastornos hipofisarios. Esto se debe en parte a las mejores opciones de tratamiento, que permiten una mayor supervivencia, y en parte a la mejora de las técnicas de diagnóstico por imagen (como las resonancias magnéticas cerebrales), que descubren tumores hipofisarios incidentales.
La Dra. Aleksic explicó que cuando las afecciones hipofisarias están bien controladas, los adultos mayores pueden centrarse en las mismas estrategias de eficacia probadas para envejecer de forma saludable que la población general. Entre ellas se incluyen:
- Optimizar la función física
A medida que envejecemos, tendemos a perder masa muscular y a volvernos más sedentarios, lo cual es perjudicial para la salud. Esto puede ser aún más pronunciado en personas con afecciones hipofisarias como el síndrome de Cushing, en las que el exceso de cortisol acelera aún más la pérdida de masa muscular. La Dra. Aleksic recomienda una rutina de ejercicios polifacética que incluya ejercicios aeróbicos, de resistencia, equilibrio y flexibilidad. Se ha demostrado que esta combinación prolonga la vida y mejora la salud en general, e incluso los pequeños pasos pueden marcar una diferencia significativa.
- Reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares
La Dra. Aleksic señaló que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en los adultos mayores, incluidos los que padecen trastornos hipofisarios. Por lo tanto, es importante ser proactivos en la gestión de este riesgo con estrategias que incluyan:
- Seguir una dieta sana,
- Mantener un peso corporal saludable,
- Tomar la medicación prescrita para reducir el colesterol y controlar la tensión arterial,
- Controlar los niveles de glucemia en personas con diabetes.
- Sin olvidar nuestra salud mental y emocional
La Dra. Aleksic nos recordó que no debemos pasar por alto el bienestar emocional y la salud mental. Entre las estrategias esenciales para ambos están:
- Gestionar el estrés,
- Mantener fuertes vínculos sociales,
- Dormir lo suficiente.
Concluyó diciendo que, además de tratar los desequilibrios hormonales asociados a la enfermedad hipofisaria, es esencial un enfoque holístico que tenga en cuenta la edad. Debe centrarse en múltiples aspectos, como el ejercicio, la dieta, la medicación (para reducir los factores de riesgo) y la salud emocional.
Queremos dar las gracias a la Dra. Sandra Aleksic por dedicar su tiempo a compartir sus conocimientos sobre este importante tema. Esperamos que, al seguir estas recomendaciones, todos podamos vivir más tiempo, más felices y más sanos.
Recursos adicionales:
Lincoff AM, Bhasin S, Flevaris P, Mitchell LM, Basaria S, Boden WE, Cunningham GR, Granger CB, Khera M, Thompson IM Jr, Wang Q, Wolski K, Davey D, Kalahasti V, Khan N, Miller MG, Snabes MC, Chan A, Dubcenco E, Li X, Yi T, Huang B, Pencina KM, Travison TG, Nissen SE; TRAVERSE Study Investigators. Seguridad cardiovascular de la terapia de sustitución de testosterona. N Engl J Med. 2023 Jul 13;389(2):107-117. doi: 10.1056/NEJMoa2215025. Epub 2023 Jun 16. PMID: 37326322.
Amodru V, Ferriere A, Tabarin A, Castinetti F, Tsagarakis S, Toth M, Feelders RA, Webb SM, Reincke M, Netea-Maier R, Kastelan D, Elenkova A, Maiter D, Ragnarsson O, Santos A, Valassi E; y para el ERCUSYN Study Group. Síndrome de Cushings en personas mayores: datos del Registro Europeo sobre el síndrome de Cushings. Eur J Endocrinol. 2023 Abr 5;188(4):395-406. doi: 10.1093/ejendo/lvad008. PMID: 36749009.
Aleksic S, Bartke A, Milman S. ” Función endocrina en el envejecimiento”. Williams Libro de texto de endocrinología, 15ª edición, editado por Melmed S, Elsevier, agosto de 2024.
Paragliola RM, Locantore P, Corsello SM, Salvatori R. Tratamiento del Hipopituitarismo en personas mayores de 65 años: Revisión de Estudios Clínicos. Clin Interv Aging. 2023 Mar 21;18:423-439. doi: 10.2147/CIA.S370782. PMID: 36974195; PMCID: PMC10039666.
Ambrosio MR, Gagliardi I, Chiloiro S, Ferreira AG, Bondanelli M, Giampietro A, Bianchi A, Marinis L, Fleseriu M, Zatelli MC. Acromegalia en pacientes de edad avanzada. Endocrine. 2020 Apr;68(1):16-31. doi: 10.1007/s12020-020-02206-7. Epub 2020 Feb 14. PMID: 32060689.
Gagliardi I, Chiloiro S, Vallillo M, Bondanelli M, Volpato S, Giampietro A, Bianchi A, De Marinis L, Zatelli MC, Ambrosio MR. Evaluación geriátrica multidimensional en la acromegalia: estudio transversal comparativo. BMC Geriatr. 2021 Oct 26;21(1):598. doi: 10.1186/s12877-021-02549-4. PMID: 34702173; PMCID: PMC8547074.