2025 Blog 5 –  Comprender la Insuficiencia Suprarrenal

Nos complace presentar una nueva edición de la serie Blogs y Vlogs de WAPO 2025 con el profesor Henri Timmers. El profesor Timmers es catedrático de endocrinología en el Centro Médico de la Universidad Radboud de Nimega (Países Bajos). También es Presidente del Centro Radboud de Especialización en Trastornos Suprarrenales y ha tenido la amabilidad de ofrecernos una visión general de las causas, los síntomas, los tratamientos y los conceptos erróneos más comunes en torno a la insuficiencia suprarrenal.

Este artículo ofrece un resumen de la entrevista del Vlog que puede encontrar en inglés y español en la Biblioteca y en Canal YouTube.

¿Qué es la insuficiencia suprarrenal y cómo afecta al organismo?

El Prof. Timmers empezó explicando que las glándulas suprarrenales son pequeñas estructuras situadas encima de cada riñón. Estas glándulas producen cortisol y otras hormonas (como la aldosterona y la epinefrina) esenciales para la respuesta del organismo al estrés, así como para mantener la tensión arterial y los niveles de glucosa en sangre. Cuando se produce una insuficiencia suprarrenal, las glándulas dejan de funcionar correctamente y disminuye la producción de hormonas. En casos graves, esto puede conducir a una parada completa del organismo.

A continuación, expuso las distintas formas de insuficiencia suprarrenal, que dependen del órgano afectado. Existen tres tipos de insuficiencia suprarrenal:

  • Insuficiencia suprarrenal primaria (ISP), que se produce cuando las propias glándulas suprarrenales están dañadas y no producen hormonas. Cuando el origen de este daño es de naturaleza autoinmune, se denomina enfermedad de Addison.
  • Insuficiencia suprarrenal secundaria (ISS), que se produce cuando el problema radica en la hipófisis, la pequeña glándula productora de hormonas situada bajo el cerebro que estimula las glándulas suprarrenales.
  • La insuficiencia suprarrenal terciaria (IST), que se produce cuando hay un problema con el hipotálamo (el hipotálamo libera una cantidad reducida de hormona liberadora de corticotrofina (CRH), lo que provoca la supresión del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal) y suele deberse al uso prolongado de esteroides.

Juntos, estos tres niveles forman la jerarquía que regula la función de las glándulas suprarrenales.

¿Cuáles son los primeros signos o síntomas de la insuficiencia suprarrenal y cómo se diagnostica?

El Prof. Timmers afirmó que en los pacientes con insuficiencia suprarrenal, el organismo carece de hormonas suprarrenales como el cortisol, un glucocorticoide (y, en algunos casos, mineralocorticoides y andrógenos). Esta deficiencia de hormonas suprarrenales puede provocar una amplia gama de síntomas similares a los de la gripe. Pueden incluir fatiga, dolores musculares, dolor de cabeza, pérdida de peso, náuseas y vómitos.

La insuficiencia suprarrenal se diagnostica midiendo los niveles de cortisol y otras hormonas en la sangre. Lo ideal es hacerlo a primera hora de la mañana, cuando el cortisol alcanza naturalmente su pico más alto. Señaló que los niveles de cortisol normalmente disminuyen durante el día y se vuelven muy bajos durante la noche, cuando se está durmiendo. El Prof. Timmers añadió que, en algunos casos, los análisis de sangre por sí solos no bastan para diagnosticar la insuficiencia suprarrenal, y puede ser necesaria una prueba de estimulación. Para ello puede utilizarse la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), la hormona hipofisaria que estimula las glándulas suprarrenales, o, en algunos casos, insulina o un agente denominado metirapona. Explicó que los médicos observan cuánto aumenta el cortisol en respuesta a estos estímulos, lo que ayuda a detectar formas más leves o menos evidentes de insuficiencia suprarrenal.

¿Cuáles son los tratamientos para la insuficiencia suprarrenal y qué deben tener en cuenta los pacientes?

El Prof. Timmers explicó que, en circunstancias normales, las glándulas suprarrenales producen una cantidad fija de cortisol al día. En el caso de las personas con insuficiencia suprarrenal, normalmente puede sustituirse por un tratamiento sustitutivo con cortisol. En la mayoría de los casos, se trata de hidrocortisona u otro esteroide. Para algunos pacientes, una sola dosis matinal es suficiente, mientras que otros pueden necesitar hasta tres o cuatro dosis. Sin embargo, la mayoría de las personas toman dos dosis al día, la mayor de ellas por la mañana para imitar el ritmo diurno natural del cortisol, que alcanza su punto máximo temprano y disminuye gradualmente a lo largo del día.

Continuó describiendo que, en determinadas circunstancias, como cuando se experimenta fiebre, gripe, enfermedad, dolor o cualquier tipo de estrés físico o emocional, el cuerpo normalmente produce cortisol extra. Dado que los pacientes con insuficiencia suprarrenal dependen totalmente de la hidrocortisona oral, resulta esencial aumentar la dosis durante estos momentos de estrés. Esto puede significar duplicar o incluso triplicar la dosis habitual para satisfacer las mayores necesidades del organismo. Este planteamiento se conoce como dosificación del estrés, y las directrices al respecto suelen denominarse “reglas para días de enfermedad”. Estas medidas son cruciales para prevenir una crisis suprarrenal, que es una emergencia médica potencialmente mortal en la que el organismo se desconecta debido a unos niveles peligrosamente bajos de hormonas suprarrenales. Una vez superada la situación estresante, los pacientes pueden reducir primero la dosis en unos pocos días y luego volver a sus dosis diarias habituales de glucocorticoides.

El Prof. Timmers añadió que si una persona no puede tomar hidrocortisona por vía oral, debido a vómitos o diarrea, por ejemplo, resulta vital administrar la hidrocortisona mediante una inyección intramuscular, ya sea por el propio paciente o por un familiar, amigo o cuidador. Esto garantiza que el organismo siga recibiendo los esteroides que necesita para hacer frente al estrés. El Prof. Timmers añadió que, en determinadas situaciones, puede ser necesario acudir a urgencias e ingresar en el hospital para recibir la dosis correcta y estabilizar al paciente.

Además, algunos pacientes también pueden tener que tomar fludrocortisona, para sustituir a una hormona mineralocorticoide llamada aldosterona (que está disminuida en la PAI), y dehidroepiandrosterona (DHEA), para sustituir a los andrógenos, si es necesario.

¿Cuáles son los principales conceptos erróneos sobre la insuficiencia suprarrenal en la comunidad médica?

El profesor Timmers señaló que aún existen muchos conceptos erróneos sobre el funcionamiento de las glándulas suprarrenales y que esta información errónea puede encontrarse a veces en páginas web y en las redes sociales.

El Prof. Timmers destacó el ejemplo del término “fatiga suprarrenal”, que a veces se confunde con insuficiencia suprarrenal. Aclaró que la insuficiencia suprarrenal es una afección médica real en la que las glándulas suprarrenales dejan de funcionar correctamente. En cambio, la fatiga suprarrenal no es un término médico. Se trata de un concepto que sugiere que las glándulas suprarrenales se “agotan” o “desgastan” debido al estrés crónico, por ejemplo, por un trabajo exigente, problemas familiares u otras presiones continuas.La idea es que el estrés desgasta las glándulas suprarrenales, pero esto es muy diferente de la insuficiencia suprarrenal.

De hecho, las personas etiquetadas como “fatiga suprarrenal” suelen tener niveles altos de cortisol, no bajos. El Prof. Timmers subrayó que no se trata de una escasez de hormonas suprarrenales, y que la solución propuesta que suele verse en Internet, consistente en tomar esteroides adicionales, no sólo es incorrecta, sino que puede ser potencialmente peligrosa. Advirtió de que tomar esteroides adicionales cuando no es necesario puede ser perjudicial, provocar efectos secundarios y debe evitarse. Concluyó diciendo que la fatiga suprarrenal es un término coloquial, no un diagnóstico médico, y no debe utilizarse indistintamente con insuficiencia suprarrenal.

¿Cómo afecta la insuficiencia suprarrenal a la vida diaria de los pacientes y sus cuidadores?

El Prof. Timmers empezó diciendo que, aunque la insuficiencia suprarrenal es una enfermedad crónica, la mayoría de los pacientes que atiende tienen una buena calidad de vida y esto es habitual en la mayoría de los casos. Al mismo tiempo, la insuficiencia suprarrenal es una enfermedad que dura toda la vida y que requiere una concienciación constante. Explicó que tanto los pacientes como sus cuidadores deben permanecer atentos a las situaciones que provoquen un aumento del estrés físico o emocional, ya que en esos momentos se hace imprescindible aumentar la dosis de hidrocortisona para prevenir la crisis suprarrenal.  Estar preparado para estos momentos es crucial y es algo en lo que los pacientes y sus familias piensan todo el tiempo, lo que puede repercutir en su salud mental.

El Prof. Timmers añadió que los suplementos hormonales suelen compensar bien la reducción de la capacidad de las glándulas suprarrenales para producir hormonas. La hidrocortisona de sustitución ayuda a superar esta escasez, aunque advirtió de que es imposible reproducir totalmente el ritmo natural de cortisol del organismo. Por ello, algunos pacientes pueden seguir experimentando síntomas continuos, como fatiga crónica y debilidad muscular, que pueden tener un impacto significativo en su vida diaria.

¿Qué consejos daría a los pacientes para controlar su insuficiencia suprarrenal?

El Prof. Timmers hizo hincapié en la importancia de estar bien informado cuando se vive con insuficiencia suprarrenal, ya sea como paciente o cuando se es familiar, amigo o cuidador de alguien con esta afección. Subrayó que la autoeducación desempeña un papel fundamental y que unirse a un grupo de apoyo o a una organización de pacientes puede ser muy beneficioso. Los pacientes pueden encontrar información y conectar con otras personas que comparten la misma enfermedad y pueden explicar claramente su impacto en la vida cotidiana. También pueden encontrar una valiosa red de apoyo.

Los principales consejos para controlar la insuficiencia suprarrenal son los siguientes:

  • Los pacientes deben ser instruidos a fondo sobre cómo prevenir y manejar una crisis suprarrenal, incluyendo la comprensión de las reglas para días de enfermedad y saber cuándo y cómo aumentar sus dosis de hidrocortisona.
  • Es esencial que los pacientes aprendan a autoadministrarse inyecciones de hidrocortisona de emergencia, en caso de crisis suprarrenal.
  • Se recomienda a los pacientes que lleven una tarjeta de emergencia o una pulsera de alerta médica, ya que estas herramientas permiten a los socorristas reconocer inmediatamente la afección y suministrar las dosis adecuadas de hidrocortisona.

Por último, el Prof. Timmers destacó la importancia de realizar un seguimiento regular en un centro especializado en insuficiencia suprarrenal, como el Radboud Center of Expertise for Adrenal Disorders de Nimega (Países Bajos). Recibir atención de un equipo multidisciplinar de expertos puede marcar la diferencia a la hora de garantizar los mejores resultados posibles para los pacientes.

Queremos agradecer al Prof. Timmers el tiempo que ha dedicado a compartir con nosotros sus conocimientos sobre la insuficiencia suprarrenal. Para obtener más información sobre esta afección, visite la página del sitio web de la WAPO página sobre insuficiencia suprarrenal así como los recursos adicionales que figuran a continuación.

Recursos adicionales:

Adrenals.eu (sitio web internacional con información sobre las enfermedades suprarrenales)

Tarjetas europeas de emergencia

2024 Camina con WAPO Poster de sensibilización sobre Insuficiencia suprarrenal

Beuschlein F, Else T, Bancos I, Hahner S, Hamidi O, van Hulsteijn L, Husebye ES, Karavitaki N, Prete A, Vaidya A, Yedinak C, Dekkers OM. Guía clínica conjunta de la Sociedad Europea de Endocrinología y la Sociedad Endocrina: Diagnóstico y terapia de la insuficiencia suprarrenal inducida por glucocorticoides. J Clin Endocrinol Metab. 2024 Jun 17;109(7):1657-1683. doi: 10.1210/clinem/dgae250. PMID: 38724043; PMCID: PMC11180513.

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